Egipto se perfila como un comprador clave del caza furtivo de 5 generación chino J-35A.

 


El interés de Egipto en adquirir cazas furtivos de quinta generación ha despertado atención global, y el J-35 chino emerge como una opción estratégica para El Cairo.

En los últimos años, Egipto ha demostrado un interés creciente en diversificar su arsenal militar, alejándose parcialmente de la tradicional dependencia de proveedores occidentales como Estados Unidos. En este contexto, el caza furtivo de quinta generación J-35A, desarrollado por la empresa china Shenyang Aircraft Corporation, podría representar una alternativa viable y moderna para la Fuerza Aérea Egipcia.

¿Por qué el J-35?

El J-35 es un caza bimotor con características furtivas diseñado para competir con aviones como el F-35 estadounidense o el Su-57 ruso. Aunque aún no ha sido oficialmente adoptado por la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China (PLAAF), se espera que cumpla un papel crucial como opción de exportación, más accesible económicamente que sus contrapartes occidentales.

Para Egipto, el J-35 ofrece múltiples ventajas:

  • Tecnología stealth avanzada, ideal para operaciones de superioridad aérea y penetración profunda.
  • Posibilidad de integración con sistemas ya operativos dentro del arsenal egipcio.
  • Menores restricciones políticas y de exportación que otros fabricantes.
  • Un precio más competitivo en comparación con el F-35 o el Rafale.

Factores geopolíticos en juego

La posible compra de J-35 por parte de Egipto no solo tendría implicaciones militares, sino también geopolíticas. Un acercamiento estratégico a China en materia de defensa enviaría una señal clara sobre la intención de Egipto de mantener una política exterior más independiente y multipolar.

Además, el gobierno egipcio ha fortalecido en los últimos años su cooperación con Pekín en áreas como infraestructura, energía y tecnología, lo cual podría facilitar la firma de acuerdos de defensa de alto nivel.

¿Qué esperar?

Aunque aún no existe una confirmación oficial, fuentes dentro del sector sugieren que Egipto ya ha iniciado conversaciones preliminares con China sobre la posible adquisición de un número no revelado de unidades del J-35. Si se concreta, Egipto podría convertirse en el primer comprador extranjero de este caza, lo que marcaría un hito tanto para la aviación militar china como para la política de defensa egipcia.

Este movimiento podría reconfigurar parcialmente el equilibrio militar en Medio Oriente, especialmente considerando el creciente interés regional en aviones de quinta generación.